Tal y como os prometí, aquí llega la segunda parte del post que
realice con dos de mis fisgones favoritos, Gaizka y Asier. Sólo que en esta
ocasión ya no será en formato entrevista (Leer parte I).
Un segundo capítulo de Bilbao Centro Blogger Experience para
hablaros de lo que hace de un lugar una gran ciudad. Y para ello vamos a
utilizar los cinco sentidos. Vamos allá.
La segunda jornada amaneció con olor a bollería recién
hecha. Ya sabéis a lo que me refiero... A ese aroma que inunda todos tus sentidos, no sólo el del olfato. Jose
Manuel se encargó bien de ello ofreciendo a mis fisgones un suculento desayuno
en compañía de otros bloggers; una labor
que lleva haciendo junto a su mujer, Elena Morán, desde 1989 y que no es otra
que la de emborracharnos a todos los transeúntes con la fragancia de pasteles,
bollos y barras de pan, entre muchos otros pecados para el olfato. Embriagador.
La siguiente delicia de la ciudad está relacionada con el
oído, y aunque bien podría tratarse de un concierto del BBK Live, se trata del
Gran Casino Bilbao. Su hermetismo, puede que hasta todos esos tabúes que
existen y de los que les hablaba a mis fisgones una crupier con la que entablaron
conversación, nos impidan hacernos una idea de cómo suena un casino. Todas esas
máquinas desbordantes de luz, tintineando:
"premio, premio...", o ese grito al unísono de un deseado e
inquietante "¡Bingo!, seguido de una sugerente voz femenina: "Bingo, han cantado Bingo".
Esta fue precisamente la guinda de la experiencia de mis
colaboradores, donde Asier se hizo con 30€ y que luego tuvo que compartir con
Gaizka y la blogger siciliana, autora
del blog de tallas grandes, por un pacto previamente realizado. Resulta que a la entrada
del casino les dieron a cada uno 10€ para gastar en el adictivo juego de
la fortuna y fue en ese preciso instante cuando decidieron repartir lo que se pudiera ganar.
La belleza de una ciudad impacta sobre todo por la vista; es
un sentido a través del cual uno se enamora, ya sea de una persona o un lugar,
¿o no es así? Y de enamorar se
encargan precisamente proyectos como Matxi, una tienda de la que ya os hablamos
en su día (leer post). Un rincón que invita a perderse en el trabajo de dos costureras
de piel y joya. El arte no se encuentra sólo entre las paredes de un museo; en
Matxi puedes encontrar joyas, arte, cosmética, moda y complementos.
Si a algo sabe últimamente Bilbao es precisamente a LA SALVE,
ya sea por el evento Red Bull Cliff Diving celebrado en el Puente de La Salve o
por la cerveza que comienza a lucir en la barra de cualquier buen bar que se
precie.
Una bebida que nació en 1886 y que ha despertado recientemente para ser
la cerveza de Bilbao. Iker Merchán, de LA SALVE, mostró a los asistentes del #BilbaoCentroExperience, entre ellos mis fisgones, la forma en que una marca centenaria ha
sabido aliarse a las herramientas digitales actuales para lograr ser una
referencia local apenas un año después de su reaparición en el mercado.
Y el quinto sentido que nos permite disfrutar de una ciudad
y que termina por hacerla grande, como lo es Bilbao, no es otro que el tacto,
es decir, sus gentes. Aquellas personas
que hacen posible proyectos como los que he contado o que sacan adelante
pequeños comercios como de los que he hablado.
Y no menos importante, más
si cabe en este caso en particular, el calor de todos los bloggers que
participaron en la Bilbao Centro Experience. El calor, las sinergias, las
nuevas amistades que surgen de pasiones como el blogging y los nuevos
seguidores que se cosechan en ciudades tan fructíferas como lo es Bilbao.
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